LA REVOLUCIÓN DE MAYO
Entre el 18 y el 25 de mayo de 1810 tomaron lugar una serie
de sucesos que marcaron para siempre la historia de nuestro país.
La invasión napoleónica a España de 1808 había generado un
"vacío de poder" en todo el Imperio español. En mayo de 1810, llegó
al continente americano una noticia que causó revuelo: había caído la Junta
Suprema Central, uno de los últimos bastiones de poder de la Corona en la
Península.
18 de mayo. El Virrey Cisneros realizó una
proclama en la que afirmaba que gobernaba en nombre del monarca Fernando VII.
La jabonería de Hipólito Vieytes y la casa de Nicolás
Rodríguez Peña se convertían en hervideros de ideas revolucionarias. Saavedra,
Belgrano, Castelli, Beruti, Paso, Chiclana y Viamonte fueron algunos de los apellidos
que las transitaron.
19 de mayo. Belgrano y Saavedra se reunieron con
el alcalde de Lezica. Castelli, con el síndico procurador Julián de Leyva.
Pedían la realización de un "Cabildo abierto" para discutir la
situación política.
20 de mayo. Lezica le informó a Cisneros sobre el
reclamo de los vecinos.
21 de mayo. Un grupo de vecinos de la ciudad ocupó
la Plaza de Mayo (entonces, Plaza Victoria) para exigir la convocatoria al
"Cabildo abierto". También buscaban la destitución del virrey
Cisneros.
22 de mayo. Sesionó el "Cabildo abierto"
y la multitud volvió a tomar la plaza, con distintas reivindicaciones. Los
agitadores French y Beruti lideraban la manifestación.
A la medianoche, el Cabildo seguía reunido. Los debates
resultaban claros. ¿Era legítima la autoridad del Virrey ante la ausencia del
monarca? ¿Cuál era el papel del pueblo? ¿Dónde residía la soberanía?
Lo integrantes del Cabildo dispusieron la creación de una
Junta de Gobierno (como había habido en la Península y otros lugares de
América). Decidieron convocar a los diputados de las provincias.
24 de mayo. Se propuso la creación de una Junta
provisional, con Cisneros a la cabeza. Como vocales, entraban Saavedra,
Castelli, Solá e Incháurregui (estos últimos, españoles).
25 de mayo. En la Plaza, French y Beruti
aseguraban estar acompañados de "600 más". El pueblo quería que la
resolución del día anterior fuera anulada: proclamaban una nueva Junta sin
Cisneros.
Esta presencia popular y miliciana inclinó la balanza a favor de los revolucionarios. La Junta provisoria fue depuesta y, en su lugar, se constituyó la conocida "Primera Junta" (que asumía en nombre del rey). La misma estaba compuesta por Cornelio Saavedra como presidente, seis vocales (Castelli, Belgrano, Azcuénaga, Alberti, Matheu y Larrea) y dos secretarios (Paso y Moreno).
Frente a la presión, Cisneros se vio obligado a renunciar. La
revolución recién había comenzado. Durante los años venideros, la sociedad
rioplatense experimentaría enormes transformaciones económicas, sociales y
políticas.
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